Paraísos soñados durante la niñez de los 70 Por Sebastián Ganzburg
“Durante al infancia uno puede soñar con todos los paraísos posibles, en este caso son acontecimientos de Tucumán con la introducción de lo extraordinario dentro de lo cotidiano a través de la visión de un niño. Sin pretender que sean relatos biográficos o de memoria, son de ficción”, comentó Horacio Elsinger en diálogo con Filo digital.
El libro que consta de seis cuentos y fue publicado por EDUNT será presentado hoy a las 20.30 en el Timote Navarro, por el Dr. Ricardo Kaliman. “Mis preocupaciones estuvieron siempre ligadas a la literatura, la política y la filosofía. Nunca consideré a estas disciplinas disociadas”, indicó el destacado periodista.
Entonces ¿hay filosofía en estos textos?
Todo texto es una visión del mundo y yo los planteo desde una estética realista, con lo extraordinario que no es ni lo fantástico ni lo irreal, sino eso que surge de lo humano mismo.
Teniendo en cuenta tu oficio de periodistas, de escritor que ya tiene unas décadas, ¿qué criterio utilizaste para elegir qué publicar?
Tengo muchos cuentos, pero consideré que estos seis tienen una unidad interna, en este caso la niñez y los setenta, además de esos elementos extraordinarios. Incluso hay uno referido al fútbol.
El fútbol es un tema que no puede dejar de tratarse en la literatura actual. Sí, ocurre ahora, temas populares que forman parte de la literatura y antes eran parte de los márgenes, difícilmente Borges, cuyo talento no podemos poner en duda, escribiría sobre fútbol, pero tenía otra visión. El decía que el fútbol son once tipos detrás de la pelota. Sin embaro, luego de Fontanarrosa, fundamentalmente, el fútbol fue valorado como un elemento muy importante de la cultura argentina. Una pasión que reflejo en este cuento, como también lo hago con el amor y las pasiones políticas de aquellos años.
El inconsciente a la hora de escribir
“Siempre digo que el trabajo del escritor se parece al del inconsciente. Una de las vías regias para ver las manifestaciones del inconsciente es a través de los sueños. Mi analogía con los sueños y la escritura es que no existe el tiempo, ni el espacio. A veces en un sueño uno se impacta de algo ocurrido hace 20 años atrás y siente, en ese momento, la misma emoción de entonces. Además considero que el escritor se mueve en base a su propio deseo, porque lo que surge en el mundo de los sueños es el deseo. Entonces en el escritor, simplemente, surge escribir algo que ocurrió hace treinta años porque lo desea”, conceptualizó Elsinger quien además enseña Estética en la UNT.
Un escritor obsesivo
“No soy un escribidor compulsivo, a mí los textos me cuestan, me son trabajosos. Para mí la tarea de escribir es de una constante corrección. No me pasa lo mismo con la escritura periodística donde hay formatos internalizados, estructuras como la pirámide invertida, etc. Entonces uno lo que hace es llenarla. Pero no todo texto periodístico carece de creatividad hay otros que son más elaborados, como la nota, el reportaje. Además, la producción periodística responde a ritmos de producción que no tienen que ver con uno, hay que entregar o entregar, en cambio el de la literatura responde a los tiempos internos de cada persona. Por ejemplo tengo una novela inédita que me llevó cinco años escribirla”.
El periodista escritor
Es impensado que no influya ese oficio en la pluma de Horacio, viene de una familia de periodistas, “lo era mi viejo, lo es mi hermano y los soy yo. No hay como salir, pero siempre bromeo con eso, todos somos periodistas pero ningún Elsinger consiguió ser dueño de un diario. Incluso tengo personajes que son periodistas. Pero hablando en serio, el ser periodista ayuda porque te saca de la obsesividad del texto, me dio la práctica, el oficio. Lo primero que intento es que me salga el tono, la voz. Por lo general no parto de un presupuesto formal. A mi me interesa lo formal, pero luego de que surgió el deseo”.
Y continúa “por ejemplo, en este libro hay cuentos escritos en primera, tercera y uno en segunda persona que quizás sea el más complejo como estructura literaria y no lo hice por preocupaciones formales sino que me salió así y en esto creo que tienen que ver las influencias. En ese momento lo estaba leyendo a Carlos Fuentes”.
¿Qué pretendés con el libro?
Poner todo mi esfuerzo para que el texto provoque una sensación semejante a la que experimenté de chico, pero también de grande al leer una buena obra.
Por último, comentó que “Cortázar, Arlt son marcadas influencias y también Rodolfo Walsh aunque nunca escribí nonfiction, ese compromiso de contar solamente la verdad con los recursos de la literatura”.
Horacio Elsinger
Licenciado en filosofía por la UNT y está a cargo de las materias «Estética» en el Departamento de Artes Plásticas de Aguilares y «Estética» y «Filosofía» en la Escuela de Bellas Artes, ambas instituciones de la UNT. Fue periodista de los diarios La Gaceta, El Periódico y La Ciudad; actualmente trabaja en la Secretaría de Prensa de la Provincia. Ha publicado numerosos artículos y relatos en diferentes revistas y medios gráficos. Tiene, además, una novela inédita: La Virgen de los ojos cerrados y el ensayo Extranjería y extrañeza en L’Étranger de Camus.
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