viernes, 12 de octubre de 2012

Una poética entre “la precisión y la sencillez”
Por Sebastián Ganzburg

Así se definió el poeta Javier Foguet, quien participó del Octubre Literario organizado por la facultad de Filosofía y Letras. En esta entrevista habla sobre su obra, sobre sus comienzos, “me encontré con la literatura cuando vi en la biblioteca un libro con mi apellido”, comentó, haciendo alusión a su padre, Hugo, destacado escritor.

El Octubre Literario, organizado por la Secretaría de Asuntos Estudiantiles y Graduados a cargo de Oscar Barrionuevo, continúa en nuestra facultad. En esta oportunidad Filo digital entrevistó a Javier Foguet (1977), poeta tucumano, hijo del afamado Hugo.

En el audio habla sobre su obra, sus gustos, su forma de escribir y sus proyectos. “Actualmente me conmueve la música”, comentó.

La entrevista surgió luego de que el poeta participara de una mesa de lectura el jueves 4 de octubre.



Así escribe

Descripción

A la altura de los ojos
las tres gotas de sangre
de las torres.
Sobre el resplandor de la ciudad
algunas estrellas muy pequeñas,
muy débiles.
Abajo calle con árboles, al fondo
la hilera de últimas casas
tragadas por lomas.
A mi izquierda gran ola chispeante.
A mi derecha tierra de rocío.


Contra la soberbia

La importancia de tus ojos
está en la sombra,
como un tizne viejísimo,
que acumulan en sus orillas..
En estos días no he visto poetas,
hombres que sepan viajar
y no ignoro que es un peso
que cae precisamente sobre mí.
Pero he visto tus ojos. He visto tus ojos.


Si, como lo presiento

Si, como lo presiento,
tendré que reconstruir la casa un día
no debo olvidar la ventana de la cocina
apenas sobre el mármol que da al oeste,
a lo religioso de la luz atardecida del oeste,
filtrada por las ropas tendidas
y la verdura de unas cañas,
de donde adquiere volumen el pan,
el acero, la vasija griega
inútilmente retratada
-la luz sobre el azul femenino-
con la Rollei que rescaté
del olvido de mi padre
para olvidarla después con absoluta justicia
porque el humor de la luz,
el humor de la luz buscó mi padre con su cámara
y en acuarelas y aun en los calculados
y atractivos tonos (para el ojo esmaltado
de un pez secreto) que el plumaje de las moscas tomaría
sobrevolando los reflejos del pastizal
y al contacto con el declive del río
que lleva las aguas y a la luz de retorno
hacia la semi-apertura de la ventana.

Poemas extraídos de El humor de la luz, Huesos de Jibia, 2010  

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