viernes, 18 de mayo de 2012

Presentaron libro póstumo de Eduardo Rosenzvaig
Redacción


La sala del Teatro Orestes Caviglia fue el escenario elegido para exponer uno de los libros póstumos del prolífico intelectual tucumano. Desde el personaje de un tío, el autor se reconstruye a sí mismo. La nueva edición del Mayo de Letras sirvió de marco para presentar “Memorias Cruzadas (Salo está loco o el teatro)”, uno de los últimos libros que escribió Eduardo Rosenzvaig antes de su fallecimiento.

En la sala del Teatro Orestes Caviglia, Raquel Pastor, decana de la facultad de Artes, donde Rosenzvaig enseñaba, acompañada de Adrián Llovera y Luis Bonano fueron los encargados de exponer la obra del escritor tucumano.

Memorias Cruzadas… es una novela muy particular, según analizó la titular de esa unidad académica. “La defino como una ‘novela río’, tomando de la concepción del francés y que se destaca por los procesos de escritura que utiliza para mostrar: detrás de historias y personajes de distintos estratos sociales, el autor va recostruyendo fragmentos de su vida”, explicó.

En la mayoría de las presentaciones que Rosenzvaig realizaba, Adrián Lovera era el encargado de expresar en clave musical cada uno de los eventos de uno de los grandes intelectuales de nuestra provincia. Esta vez fue convocado para decir algunas palabras sobre todo de la amistad que lo unía tanto en la vida como en el Instituto de Investigaciones de Cultura Popular, que dirigía Rosenzvaig. “Él comenzó escribiendo historia y luego se metió en lo que llamaba el realismo desatinado. Su literatura resulta atrapante”, subrayó. Asimismo, entre los amigos entrañables y compañeros del quehacer cultural, Luis Bonano es la voz autorizada para presentar la última obra del escritor.
“Es una presentación de un libro importante para nuestra cultura. A través de una especie de saga familiar Eduardo presenta todo lo que es el clima cultural del NOA e inclusive de nuestro país. Toma como personaje central a Salo, un tío suyo, (Salomón) quien fue una persona de mucha importancia en su conformación cultural”, opinó.

El legado dejado por quien fuera, además de escritor y docente de la UNT, historiador, es muy amplio y fue reconocido incluso por instituciones extranjeras. “Que la Universidad de Cambridge lo haya ubicado entre los 2.000 escritores más influyentes del siglo XXI, es un reconocimiento no solo a su productividad, sino también a la calidad misma de su literatura. El hecho que haya recibido más de 40 premios por sus obras indica una persona de una cualidad especial en su calidad de historiador -que fue primero eso- y luego de literato. Gran parte de su literatura se nutre de la profunda formación histórica que Eduardo llevaba”, aseveró Bonano.

0 comentarios:

Publicar un comentario